Vive siempre como si este fuera el último día de tu vida, porque el mañana es inseguro, el ayer, no te pertenece y solo el hoy es tuyo.
Solo el hoy es tuyo.
El pasado fue tuyo, pero ya no lo es, por tanto, ya no te pertenece.
El futuro no existe, por tanto, es imposible que sea tuyo.
El pasado pesa y el futuro angustia. Y pasado y futuro ocupan el espacio del presente, haciendo que el presente se convierta en tu pasado o en tu futuro.
Del pasado, no todo es malo, hay muchos tesoros de los que aprendimos para ser quienes somos hoy, pero también hay equivocaciones y hay que perdonar y pedir perdón por esos errores para seguir adelante.
El futuro aún no ha llegado, no es nuestro, sin embargo, en el futuro se plasman los sueños del presente, los planes que diseñamos ahora.
Cuando el pasado y el futuro aplastan al presente nos hacen daño.
Entonces la vida se convierte en aquello que sucede inconscientemente, mientras estas ocupado en el pasado o en el futuro, sin ser consciente de vivir lo único real, el presente.
El presente es la vida.
Para dejar de vivir en el pasado, requerimos del perdón, perdonarnos nuestros errores, perdonar a quien nos hirió y pedir perdón a quien hicimos daño. Y luego dejar todo eso atrás, enterrado, recordando, que quien pone un instante de su pensamiento en ese pasado, en ese mal momento, lo esta reviviendo una vez más, es un loco que le resta tiempo a su presente y que lo que consigue es volver a vivir las emociones negativas de aquel pasado, un momento que ya paso, que ya no existe, no me digan que no es loco aquel que lo quiere revivir una y otra vez y que además de sufrir cada vez que lo recuerda, le roba tiempo a lo único real que tiene, el presente.
Y también es muy recomendable dedicarnos a dar gracias, a un ser superior, y a todas las personas que han estado y que nos han hecho ser quienes somos, incluso aquellas que nos pusieron difícil el camino y gracias a quienes nos tuvimos que ocupar en mejorar.
Para dejar de vivir en el futuro, es necesario tener claro que, aunque ciertamente es el lugar de nuestros sueños y proyectos, aún no existe y no tenemos la certeza de cómo va a ser, a pesar de nuestras buenas intenciones y excelentes proyectos.
Es esencial no permitir a nuestra mente montar historias desastrosas sobre eventos que pensamos van a suceder, sabemos que le 97% de esas cuestiones nunca llegan a ocurrir, ocuparnos de ellas en el presente, también es de un loco, porque quien resta tiempo a lo único que tiene, este momento, para dedicarlo a lo que no le pertenece, un futuro incierto y mucho menos un futuro lleno de terrores.
Deja de esperar a que pasen cosas para vivir feliz y empieza a vivir este momento, que es lo único que tienes y se feliz.
Estas palabras no son escritas para que pienses que es un buen discurso, que es verdad, o que eso es útil para la vecina, la tía o el jefe.
Estas palabras son elementos de reflexión para ti y para mí, para todos, porque la vida es mucho más feliz cuando dejamos de cargar con un pasado que nos hiere constantemente y cuando dejamos de temer por un futuro que no existe.
Abandona tus pensamientos de pasado y futuro y vive hoy, aquí y ahora.
La ciencia de la felicidad ha demostrado, que quienes viven en el presente, son más conscientes de sí mismos, y son mucho más empáticos con los demás, son personas mas pacíficas y llenas de paz, de deseos de vivir felices y transmiten paz y felicidad a quienes los rodean.
Así que estas palabras, las escribo para que reflexionemos y nos convenzamos de una vez, de que somos locos cuando nos rehusamos a vivir el presente y nos seguimos torturando con el pasado o el futuro.
Gabriela Guzmán Arnaud
Coach en Ciencia de la felicidad
Ceo de Ilafel
Comments