Altas Capacidades y Alta Sensibilidad: Cuando la Mente Brillante Siente Profundamente
- Gabriela Guzmán Arnaud
- 17 jun
- 4 Min. de lectura
Más allá de la imagen popular del genio despistado, existe una realidad compleja y fascinante: la de las personas que no solo poseen una capacidad intelectual excepcional, sino que también experimentan el mundo con una intensidad emocional abrumadora. Hablamos de la convergencia entre las Altas Capacidades (AACC) y el rasgo de la Alta Sensibilidad (PAS).
Lejos de ser un simple "talento", esta combinación crea una experiencia vital única, llena de un potencial inmenso, pero también de desafíos significativos.

¿Qué Son las Altas Capacidades?
Las Altas Capacidades van mucho más allá de un Coeficiente Intelectual (CI) elevado. Se trata de una estructura neurológica diferente que implica:
Aprendizaje y Comprensión Acelerados: Capacidad para asimilar conceptos complejos y abstractos con rapidez y una profundidad inusual, a menudo de forma autodidacta.
Pensamiento Divergente y Creativo: Habilidad para generar múltiples soluciones a un problema y para conectar ideas de manera original e inesperada.
Curiosidad Insaciable: Un deseo constante de saber el porqué de las cosas, lo que los lleva a realizar preguntas complejas desde edades tempranas.
Memoria Excepcional: Suelen tener una gran capacidad para retener y recordar información detallada sobre una amplia variedad de temas.
Desarrollo Asincrónico: Es común que su desarrollo intelectual vaya por delante de su desarrollo emocional o psicomotor, lo que puede generar frustraciones y dificultades de adaptación.

La Conexión con la Alta Sensibilidad (PAS)
La Alta Sensibilidad es un rasgo de la personalidad presente en aproximadamente un 20% de la población. No es un trastorno, sino una forma de procesar la información sensorial y emocional con mayor profundidad. Investigaciones y observaciones clínicas sugieren una fuerte correlación entre AACC y PAS. De hecho, se estima que hasta un 70% de las personas con altas capacidades podrían ser también altamente sensibles.
Esta combinación se manifiesta en una "sobreexcitabilidad emocional", una de las características que más definen a este perfil. La amígdala, una estructura cerebral clave en el procesamiento emocional, muestra una mayor reactividad en personas con AACC, lo que se traduce en que viven las experiencias con una pasión y una intensidad arrolladoras.
Las características clave de la Alta Sensibilidad que se potencian en las AACC son:
Procesamiento Profundo de la Información: Reflexionan de forma exhaustiva sobre cada estímulo recibido antes de actuar.
Alta Reactividad Emocional y Empatía: Sienten las emociones, tanto propias como ajenas, de manera muy intensa. Un elevado sentido de la justicia y una profunda preocupación por problemas sociales son comunes.
Sensibilidad a las Sutilezas: Perciben detalles del entorno (sonidos, olores, cambios en el estado de ánimo de otros) que pasan desapercibidos para la mayoría.
Tendencia a la Sobreestimulación: Al procesar tanta información y con tal intensidad, es fácil que se sientan abrumados en entornos muy estimulantes.

Los Retos de la Doble Excepcionalidad
Vivir con esta "doble excepcionalidad" no siempre es fácil. Algunos de los desafíos más comunes son:
Sentimiento de Aislamiento: La sensación de pensar y sentir de manera diferente al resto puede generar una profunda sensación de no encajar.
Frustración e Impaciencia: La rapidez de su pensamiento puede chocar con el ritmo más pausado del entorno, ya sea en la escuela o en el trabajo. El aburrimiento ante tareas repetitivas es una fuente constante de desmotivación.
Vulnerabilidad Emocional: La misma intensidad que les permite disfrutar del arte o de las relaciones profundas de una manera única, también les hace más vulnerables al estrés y al sufrimiento.
Perfeccionismo y Miedo al Fracaso: La combinación de una mente que ve el ideal y una sensibilidad que teme la crítica puede llevar a un perfeccionismo paralizante y al desarrollo del "síndrome del impostor".

Identificación y Apoyo
El diagnóstico de las altas capacidades debe ser realizado por profesionales y requiere una evaluación multidimensional que no solo mida el CI con pruebas como las escalas de Wechsler (WISC-V, WAIS-IV) o el test de Raven, sino que también valore la creatividad (Test de Torrance), la inteligencia emocional y los aspectos de la personalidad.
Para que estas personas puedan desplegar todo su potencial, es fundamental un entorno que:
Valide sus Emociones: Necesitan que se reconozca la intensidad de sus sentimientos sin juzgarlos como "exagerados".
Ofrezca Retos Intelectuales: Requieren estímulos y desafíos acordes a su capacidad para mantenerse motivados.
Fomente el Autoconocimiento: Es crucial que aprendan a gestionar su alta sensibilidad para evitar la sobreestimulación y el agotamiento.
Proporcione Acompañamiento: Contar con apoyo psicoterapéutico y planes de apoyo personalizados, tanto en el ámbito educativo como en el laboral, es clave para su bienestar.
En definitiva, la unión de altas capacidades y alta sensibilidad conforma un perfil lleno de luz, pasión y potencial. Comprender su singularidad y ofrecer el apoyo adecuado es esencial para que puedan navegar sus desafíos y enriquecer el mundo con su extraordinaria forma de ser y de sentir.
Bibliografía
Abro Melón: "Personas Altamente Sensibles (PAS) y Altas Capacidades: Similitudes, Diferencias y Malentendidos" y "Tests más conocidos de Altas Capacidades".
Códex Psicología: "¿Cómo se evalúan las altas capacidades intelectuales?".
Geseme: "Altas capacidades: Retos y riesgos laborales".
Mentes Abiertas Psicología: "La Relación entre Altas Capacidades y Alta Sensibilidad".
Personas Excepcionales: "El cerebro neurodivergente con altas capacidades plantea desafíos en el ámbito de la salud mental".
Gabriela Guzmán Arnaud
Directora de Ilafel
Investigadora especialista en alta sensibilidad PAS.
Experta en psicología neuroemocoinal.

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